En la mitología griega,
Atlas era un joven titán al que Zeus
mandó separar los cielos.
Atlas acaudilló a los Titanes en la Titanomaquia o guerra contra
los olímpicos.
Cuando los Titanes fueron derrotados, Zeus condenó a Atlas a
cargar con los pilares que separan la tierra de los cielos, muy cerca del
jardín de las Hespérides. En un principio solo las ninfas Hespérides eran las encargadas de cuidar las manzanas de
oro, pero Hera no confiaba en ellas así que envió a Ladón, juntos eran los encargados de cuidar las manzanas de oro.
Atlas recordó la profecía de Temis, amenazó a Perseo y le aconsejó que se fuera.
Entonces Perseo sostuvo la cabeza de medusa ante la cabeza del
Titán y así lo convirtió en una enorme piedra a la que se le llamaría
cordillera de Atlas.
Thalía, Alfredo y Antía.
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